Introducción
La “música granadina” del norte de Marruecos es una expresión cultural simbólica: remite a la memoria de Al‑Ándalus, al exilio de los moriscos y musulmanes tras la Reconquista y al deseo de conservar vínculos con las raíces perdidas. Pero no es un mero “trasplante”: esa música se asentó, adaptó y evolucionó en tierra norteafricana, sometiéndose a influencias locales, nuevas condiciones sociales y transformaciones históricas.
Hoy, los estilos musicales del norte marroquí —especialmente en las ciudades del Rif, el norte atlántico y en la región de Jbala— llevan consigo vestigios de ese legado. Comprender esa música exige mirar al pasado andalusí, al proceso de asentamiento en el Magreb y a las transformaciones modernas.
Orígenes e influencias históricas
El legado andalusí
Durante los siglos VIII a XV, Al‑Ándalus (la España musulmana) fue un espacio de florecimiento cultural, artístico y musical. Las élites musulmanas y las casas de arte cultivaron un repertorio refinado de poesía, música instrumental y canto. Esa tradición musical andalusí se basaba en modos melódicos (maqām), estructuras rítmicas complejas (awzān) y poesía culta (muwashshaḥ, zajal, etc.).
Cuando los reinos cristianos avanzaron y la Reconquista culminó en 1492 con la toma de Granada, muchos musulmanes y moriscos huyeron al norte de África. Llevaban consigo sus memorias, sus costumbres y su cultura musical. Esa diáspora fue un vector esencial para que la música andalusí sobreviviera en el Magreb.
En Marruecos, esa herencia andalusí se adaptó al nuevo entorno: recibió aportes de la tradición bereber (amazigh), de la música popular marroquí, del folclore del norte (especialmente de la región de Jbala) y del contacto con otras formas musicales del Magreb (como la música árabe clásica del Medio Oriente). (Wikipedia)
El término “gharnatî” / “granadino” en Marruecos
En Marruecos se emplea el adjetivo gharnatî (granadino) para referirse a un estilo específico de música andalusí, particularmente en el norte, de influencia granadina. La música granadina o gharnatî en Marruecos puede distinguirse de otros estilos andalusíes (como los de Fez o Rabat) por ciertas variantes melódicas, repertorios locales y rasgos particulares de interpretación.
La noción de “granadina” subsume esa memoria histórica: Granada no solo como ciudad sino como símbolo cultural del último reino musulmán de la Península Ibérica. En la clasificación de la música andalusí (o “al‑ʾÂla” marroquí), el estilo gharnatî o granadino aparece como una escuela regional particular. (Wikipedia)
De hecho, la música andalusí en Marruecos está organizada en núbas (nūbāt), y en dicha organización, el estilo gharnatî concuerda con ciertos repertorios asimilados originalmente desde la tradición de Granada. (Wikipedia)
Características musicales del estilo granadino / gharnatî
Para entender qué hace que un repertorio se reconozca como “granadino” en Marruecos, conviene ver sus elementos estructurales, melódicos, rítmicos y textuales:
Forma estructural: la nūba
La nūba (en árabe nūbah) es la forma musical más representativa de la música andalusí. En su expresión moderna en el Magreb, se compone de varias secciones rítmicas progresivas, cada una con un wazn o patrón rítmico (awzān). (Wikipedia)
En Marruecos, hay once nūbāt principales (aunque históricamente se hablaba de más) para la tradición al‑ʾÂla. (Wikipedia)
Cada nūba está organizada en movimientos progresivos con ritmos cada vez más acelerados o contrastantes: típicamente se cita una progresión como basīṭ → qā’im wa nusf → btāyīhī → darj → quddām. (Wikipedia)
En una interpretación moderna, a menudo no se ejecuta la nūba completa, sino fragmentos (uno o varios movimientos) del repertorio, por limitaciones de tiempo y de audiencia. (Wikipedia)
Modalidad y tono
Cada nūba está asociada con un modo o tab‘ (similar a un maqām). Esa asociación determina la escala, los intervalos melódicos permitidos y las modulaciones. (Wikipedia)
El repertorio gharnatî puede incluir modulaciones y ornamentaciones propias del estilo granadino, con matices melódicos locales en la ejecución de los melismas.
Instrumentación
La orquesta típica de música andalusí / granadina en Marruecos puede incluir:
ʿūd (laúd árabe)
rabab (o variantes del rebec)
qānūn (cítara de mesa, pulsada)
nay (flauta árabe)
Percusión como darbuka, tar o bendīr
En épocas modernas también pueden incorporarse violines, violas y a veces violonchelos u otros instrumentos de cuerda occidental adaptados. (Wikipedia)
Esta orquesta actúa tanto para acompañar la voz principal como para la interpretación instrumental en preludios, interludios y finales dentro de la nūba.
Texto, poesía y canto
Los poemas utilizados provienen a menudo de las formas cultas andalusíes: muwashshaḥ (poema culta con estrofas) y zajal (poesía coloquial en árabe dialectal o derivado). (Wikipedia)
La voz solista o coral (grupo vocal) interpreta con ornamentaciones y melismas extensos, con una articulación expresiva muy cuidada.
Las letras suelen girar en torno al amor, la nostalgia, la alabanza, la melancolía, la belleza del paisaje y la evocación de Al‑Ándalus.
Estilo interpretativo local
Lo que distingue al estilo gharnatî “granadino” en el norte marroquí frente a otras escuelas andalusíes es:
La selección particular de fragmentos (movimientos) de las nūbāt que el público local reconoce y aprecia como “granadinas”.
Adaptaciones melódicas locales, microvariaciones en ornamentación y articulación que reflejan la sensibilidad musical regional.
Influencias del folclore local (ritmos, modulaciones menores) del norte de Marruecos, especialmente de la zona de Jbala (la región costera norte), del Rif y de ciudades como Tetuán, Tánger y Tetuán.
El norte marroquí (región de la Jebala) ha sido reconocido como una zona de riqueza musical específica en Marruecos, con tradiciones que dialogan con lo andalusí. (Songlines)
Manifestaciones regionales en el norte de Marruecos
Para ver cómo se materializa esta música “granadina / gharnatî” en el norte marroquí, vale la pena observar ejemplos concretos, ciudades e instituciones, y cómo se entrelaza con otras tradiciones locales.
Ciudades y centros de música andalusí en el norte
Tetuán: es uno de los centros neurálgicos de la música andalusí en el norte, con orquestas, conservatorios y agrupaciones que mantienen el repertorio al‑ʾÂla / gharnatî. (BEWILDERED IN MOROCCO)
Tánger: también tiene actividad musical vinculada a lo andalusí. (BEWILDERED IN MOROCCO)
Fez / Rabat: si bien no están en el “norte extremo”, han sido importantes centros musicales de al‑ʾÂla y en esas ciudades los repertorios granadinos / gharnatî también se interpretan. (profedemusicaquique)
Región de Jebala (o Jebala montañosa, zona costera norte de Marruecos): es una región musicalmente rica, con una tradición propia que se mezcla con lo andalusí. Grupos musicales de Jebala incorporan elementos locales al repertorio clásico andalusí. (Songlines)
El repertorio granadino contemporáneo
Existen agrupaciones que han grabado repertorios específicamente considerados “granadinos / gharnatî”. Por ejemplo:
El tema “Granadina” interpretado por Al-Andalus Ensemble refleja esa línea de repertorio con raíces en el norte marroquí. (ReverbNation)
Festivales de música antigua e islámica en España y Marruecos suelen incluir conciertos de orquestas andalusíes del norte de Marruecos. (بوابة سبيسيالي الإخبارية)
Otros elementos culturales presentes
En el norte de Marruecos también existen comunidades judías sefardíes cuya música —especialmente el repertorio en ladino y en formas tradicionales sefardíes del norte marroquí— ha coexistido con el repertorio árabo-andalusí. Estudios recientes indican que el repertorio judeo-español en el norte marroquí ha funcionado como “protección sonora” de la memoria cultural local. (Taylor & Francis Online)
Esa convivencia musical significa que en algunas ocasiones los repertorios sefardíes, ladinos y árabo-andalusíes han dialogado, compartiendo melodías o estilos de ornamentación.
El valor cultural y simbólico
La música granadina / gharnatî del norte de Marruecos tiene un valor intenso más allá de lo artístico: es un símbolo de identidad, memoria y afirmación cultural:
Memoria del exilio: mantener repertorios que hacen referencia a Granada es una forma de conservar el vínculo simbólico con el pasado peninsular musulmán y morisco.
Resistencia cultural: en momentos históricos de homogeneización cultural, esta música ha sido un bastión de diversidad y pluralismo.
Puente cultural: conecta el norte africano con la península ibérica. Ese nexo es muy fuerte en ciudades como Tetuán o Tánger, con relaciones históricas con Andalucía.
Identidad regional: en el norte marroquí, esta música también es un elemento de orgullo local frente a otras ciudades de Marruecos.
Turismo cultural: hoy en día, el interés turístico hacia la cultura andalusí ha impulsado festivales, conciertos y proyectos museísticos que usan esta música como reclamo cultural.
Desafíos actuales, revitalización y perspectivas
Aunque esta música posee una gran riqueza, también enfrenta desafíos:
Problemas de transmisión
Muchos jóvenes no aprenden el repertorio clásico completo; el gusto comercial favorece formatos más cortos.
La especialización técnica para interpretar la nūba en su integridad es alta, lo que implica largos períodos de aprendizaje.
La competencia con géneros populares modernos (rap, música urbana, fusiones) puede hacer que estas expresiones tradicionales pierdan audiencia.
Modernización y adaptación
En algunos casos se introducen arreglos contemporáneos o instrumentos no tradicionales para “modernizar” el sonido y atraer público joven.
Se realizan versiones abreviadas, con selección de los movimientos más reconocibles.
Se fusionan con otros estilos musicales (flamenco, jazz, música world) para reinventar la música granadina en un contexto global.
Protección institucional y reconocimiento
En Marruecos, existen conservatorios dedicados a la música andalusí y entidades culturales que apoyan la investigación, el archivo y la difusión de estos repertorios.
Programas de grabación y documentación (antologías del al‑ʾÂla) han sido impulsados para preservar versiones históricas.
A nivel internacional, proyectos de cooperación cultural entre España y Marruecos promueven conciertos, intercambios y difusión de la música andalusí del norte.
Perspectivas futuras
Potencial para nuevas generaciones de músicos que, formados tanto en tradición como en innovación, puedan revitalizar el repertorio granadino con creatividad.
Expansión del público internacional gracias a plataformas digitales, grabaciones y festivales transfronterizos.
Posible inclusión de este repertorio en currículos educativos en conservatorios del norte de Marruecos como forma de conservar la tradición viva.
Conclusión
La “música granadina” del norte de Marruecos es una manifestación viva de la memoria andalusí: no es un mero museo musical, sino una tradición que respira y se adapta en el presente. El estilo gharnatî, con su repertorio de nūbāt, su instrumentación refinada, su poesía ancestral y su modo de interpretación local, representa un punto de encuentro entre el pasado y el hoy, entre Andalucía y el Rif, entre cultura “alta” y sentimiento regional.
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